El nombre de Plutón sigue la estela de utilizar denominaciones mitológicas para estos planetas. Se trata del dios romano del inframundo, el equivalente al griego Hades.
Fue descubierto el 18 de febrero de 1930 por Clyde William Tombaugh, aunque su búsqueda se remonta décadas atrás. A principios del siglo XX, Percival Lowell, fundador de un importante observatorio en Arizona, dedicó una década a la fallida localización de algo a lo que llamó “planeta X”.
Es un objeto muy pequeño. Su volumen es la sexta parte de la Tierra e inferior al de la Luna. Su órbita es muy distinta a la de los planetas. En primer lugar, no está ubicada en el mismo plano sino que se encuentra inclinada completamente con respecto al mismo. En segundo lugar, es mucho más excéntrica que las demás; tanto, que entre los años 1979 y 1999 Plutón estaba más cerca del Sol que Neptuno. Debido a su enorme distancia media con respecto al Sol, tarda 248 años en completar todo el recorrido alrededor de la estrella.
Aunque en un principio se pensó que no tenía satélites, en 1978 se descubrió el primero: Caronte. En 2021 se habían descubierto otros cuatro: Hidra, Nix, Cerbero y Estigia.
Sus reducidas dimensiones, su ubicación y las particularidades de su órbita han provocado una fuerte controversia desde su descubrimiento. Actualmente (2021) no está considerado un planeta, sino un planeta enano. La controversia en torno a Plutón hizo que la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional, reunida en Praga el 24 de agosto de 2006, crease una nueva categoría, los plutoides, para incluir a este tipo de objetos.
Más allá de Neptuno.
Aunque con Neptuno hayamos llegado al último de los planetas, en absoluto nos encontramos en la frontera del sistema solar. En astronomía se conoce como “transneptunianos” a todos aquellos objetos que se encuentran más allá de la órbita de Neptuno. El cinturón de Kuiper, un gran disco que llega hasta las 50 UA en el que se encuentran planetas enanos como Plutón, Haumea o Makemake así como miles de asteroides. Al llegar a la nube de Oort nos situaríamos ya en los límites del sistema solar, a una distancia que podría llegar a las 200.000 UA. En ella existen billones de objetos. Si tuviésemos que colocar el exterior de la nube de Oort en este Sistema Solar a escala deberíamos ubicarla a 100.000 km de aquí, aproximadamente la cuarta parte de la distancia entre la Tierra y la Luna.